Salud bucodental en los niños
La salud oral suele dejarse en un segundo plano cuando los niños son muy pequeños, pero es muy importante prestarle atención desde el nacimiento.
Los dientes suelen erupcionar en los bebés entre los 6 y los 12 meses de vida, proceso que puede resultar molesto y a veces algo doloroso, pero que no requiere tratamiento.
Se les puede dar un analgésico recomendado por el pediatra y mordedores fríos.
¿Cuándo hay que empezar con la higiene oral?
La respuesta es, antes de que salgan los primeros dientes, y por ello, hay que tener en cuenta una serie de aspectos:
- Las bacterias pueden proliferar en las encías y perjudicar la aparición de los futuros dientes, por eso es necesario realizar la limpieza de las mismas con una gasa suave y húmeda.
- También es importante no transmitir al bebé bacterias a través de cucharas o utensilios compartidos por los padres para probar los alimentos que se le dan al bebé.
- El uso del chupete y del biberón no debe prolongarse o este hábito podría repercutir en la formación de los maxilares y la posición de los dientes.
- Hay que evitar dejarles el biberón con productos azucarados, en especial durante la noche, pues su excesivo y mal uso puede dar lugar a la denominada caries del biberón. La leche contiene lactosa, una forma de azúcar, por lo que puede propiciar el desarrollo de las bacterias responsables de la caries. Del mismo modo, no es aconsejable el consumo de zumos u otras bebidas azucaradas con biberón.
- Es aconsejable retirar el biberón a partir de los 12 meses y limpiar bien las encías después de cada toma.
Primera visita al dentista
Entre los 12 meses y los 3 años, es aconsejable llevarle a su primera revisión con el odontopediatra, para asegurarse de que todo va bien o bien detectar problemas de forma temprana, y además comenzar a forjar una buena relación con este profesional.
Llevarle desde los primeros años al dentista previene que el niño desarrolle miedos infundados, hace que tenga confianza con el odontólogo y así será más fácil que siga sus indicaciones y tenga unos buenos hábitos de salud bucodental.
Buenos hábitos de salud oral en niños
Una vez que los dientes han erupcionado, hay que cepillarlos para prevenir la aparición de caries.
- Bebés y niños pequeños: al principio los padres son los encargados del cepillado, que debe realizarse utilizando una pasta infantil, con menor cantidad de flúor que el estándar. La cantidad adecuada de dentífrico es del tamaño de una lenteja. Otra opción es utilizar cantidades más pequeñas de una pasta estándar.
- El flúor ayuda a fortalecer el esmalte dental, esa capa que recubre el exterior de los dientes y que es el escudo frente a las bacterias, pero si se ingiere en cantidad excesiva puede producir diferentes anomalías, como manchas en los dientes (fluorosis) o interferir en la osificación de los huesos.
- Se aconseja utilizar cepillos de cabezales pequeños para que sea más fácil acceder y limpiar todas las zonas. En cuanto a la frecuencia, lo ideal es cepillarles al menos dos veces al día durante dos minutos, una de ellas antes de irse a dormir.
- Niños mayores: una vez que sean capaces de hacer cosas por sí mismos, alrededor de los 6 años, es un buen momento para que comiencen también a lavarse solos los dientes. Al principio deben hacerlo bajo la supervisión de los padres, para enseñarles cómo deben hacerlo y comprobar que lo hacen de forma correcta y durante el tiempo estipulado.
- Es normal que muchos traguen algo de dentífrico las primeras ocasiones, pero si se administran en cantidad adecuada (tamaño de una lenteja) las cantidades de flúor ingeridas a esta edad probablemente no serán relevantes. Posteriormente, cuando tengan una mayor destreza, podrán utilizar más cantidad (tamaño de un guisante) o las pastas fluoradas estándar.
- Es necesario inculcarles la importancia de lavarse los dientes después de cada comida, aunque no estén en casa. Para ello, se aconseja que los niños que comen en la escuela, lleven un kit de cepillado en la mochila y que se habitúen a limpiarlos después de las comidas.
La importancia de prevenir las caries
Es el problema de salud oral más extendido, sobre todo en la población pediátrica. De hecho, según advierte la Organización Mundial de la Salud, entre un 60 y un 90% de los niños las sufren.
La caries es el orificio que realizan las bacterias en el esmalte dental y, que si no se elimina o detiene a tiempo, penetra en el interior del diente causando dolor y, en casos graves, la pérdida de la pieza.
Además, el acúmulo de bacterias provoca la inflamación y el sangrado de las encías. El azúcar es el principal responsable de las caries, ya que cuando las bacterias se alimentan con él, producen un ácido que destruye el esmalte de los dientes. Por ello, entre otras razones, es importante reducir el consumo de azúcares en la dieta de los más pequeños.
Consejos para inculcarles buenos hábitos de salud oral
Conseguir que se habitúen a cepillarse los dientes puede resultar complicado y tedioso, pero existen trucos para hacer esta tarea más llevadera:
- Lo ideal es comenzar dando ejemplo: los niños aprenden mejor de lo que ven en sus padres, ¿por qué no lavarse los dientes en familia? De esta forma no lo verá como una imposición y tendrá más predisposición a ello.
- Haz del cepillado un hábito divertido: en especial cuando son más pequeños. Aprender de forma lúdica es más positivo, y para esta tarea en concreto, puede resultar útil cepillarle los dientes mientras suena su canción favorita, recompensar su buena conducta después o utilizar cepillos con la forma de sus personajes favoritos. Lo importante es instaurar este hábito de higiene al principio, para que, a medida que crezcan, sepan la importancia que tiene para su salud y sigan haciéndolo.
Tras la primera revisión, lo ideal es acudir, al menos, una vez al año a la consulta para prevenir complicaciones y realizar un seguimiento adecuado de la boca del menor.
Erupción de los primeros molares permanentes
Es muy importante también hacer una revisión con el ortodoncista cuando erupcionan los primeros molares permanentes, esto sucede a los 6 años.
En esta valoración no solo se valorará con una radiografía panorámica la presencia de todos los dientes permanentes dentro de los maxilares, sino también que haya espacio suficiente para que puedan erupcionar y que no haya problemas de mordida como pueden ser mordidas cruzadas, mordidas abiertas, o también hábitos nocivos para el correcto desarrollo de los maxilares como puede ser la succión digital, y que también afecta la posición de los dientes.
Si el especialista detecta alguno de estos problemas, es adecuado realizar tratamiento interceptivo para prevenir problemas más serios en el futuro y problemas en el correcto desarrollo de los maxilares.
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